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Después de colocarme la pijama me lave la cara y los dientes. Me
acerque a la cama y me arrope con el gran edredón purpura.
~~El calor proporcionado por el edredón desapareció, ahora solo
sentía frio y todo a mi alrededor olía a bosque, a casa. Al abrir los ojos me
encontré con lo más hermoso, el claro a donde siempre iba con mis padres los
domingos. Me puse de pie y al ver mi cuerpo me percate de porque sentía tanto
frio, estaba cubierta solamente por mi pequeño short azul y mi blusa de tirante
negra.
Camine hacia la casa de mis abuelos, que era básicamente donde
pasábamos la mayoría del tiempo, aunque teníamos nuestra casa nos gustaba estar
en la mansión con el resto de nuestro Clan.
-Niños métanse ya, va llover y no quiero que se enfermen.- Una
chica de cabello cobrizo y rizado les gritaba a un par de niños de no más de 7
años.
Los dos pequeños corrieron a ella y se le aventaron encima.
-Te queremos mami.- Los niños que había visto correr ahora
estaban sobre mí.
La niña se parecía a mí pero tenía los ojos verdes. El niño se
parecía a… eso no puede ser… ese niño es el vivo retrato de Alec solo que con
los ojos chocolate.
-Dejen a su mamá levantarse.- Unas pálidas manos tomaron por las
cinturas a los niños levantándolos sobre mi cabeza y poniéndolos a mis lados.
–Te ayudo.- Una mano apareció frente a mí, mi ángulo de visión no me permitía
ver su rostro pero su voz me decía quién era. Alec Vulturi estaba frente a mí.
-¡Vulturi, te necesitan adentro!- Era la voz de Jake, no había
duda. Alec me tomo de la cintura y me levanto, cuando me encontré en equilibrio
a su lado soltó mi cintura.
-Regreso en un segundo, mi princesa.- Alec me dio un beso en la
comisura de los labios y salió corriendo hacia la mansión.
-Creí que nunca más te vería.- Jake se encontraba frente a mi
con unos pantaloncillos rasgados y una playera ligera.
-Apestas a perro.- Le dije con desagrado, aunque lo hiriera era
la verdad, aunque hasta ahora me daba cuenta del olor.- Antes no olías así.
-Siempre he olido de la misma forma, solo que ahora tu eres un
vampiro. -Tomo mis manos y las puso en su pecho. -¿Lo sientes?, mi piel arde
bajo tus heladas manos.- Quite rápidamente mis manos, ahora era tan blanca como
mis padres…~~
Me levante sobresaltada por el sueño. Era imposible que fuera un
vampiro, yo sería eternamente hibrida, se supone que no habrá necesidad de
cambiarme, ¿o la habrá?
Aunque ser vampiro no era tan malo. Lo peor era el padre de los
niños.
-Renesmmee es solo un sueño. Alec te odia y tú lo odias a él.
Nunca estarán juntos y menos tendrán hijos.
Me dirigí al baño, me lave la cara y al regresar a la cama me di
cuenta de que no iba a conciliar el sueño nuevamente.
-Tal vez Alec ya le haya preguntado a Aro.-Me coloque un suéter
ligero y salí de la habitación. –Ojala me abra.- Toque lentamente la puerta y
al instante la puerta se abrió.
-Cullen.-Alec sonrió ligeramente cuando me vio, aunque intento
disimularlo.
-Me preguntaba si ya hablaste con Aro sobre ir cazar.- Pregunte algo temerosa.
-Sí. Dijo que podías cazar en el bosque cercano, pero que
tendría que acompañarte, solo por si quieres huir.
-¿Podemos ir ahora?- Mi voz fue queda y torpe.
-Claro. Cámbiate y nos vemos en 10 minutos frente al escritorio
de Heidi.
Regrese a mi habitación, fue a mi maleta y saque el ultimo
conjunto de ropa ~que no era para fiesta~ de mi maleta y me lo coloque lo más
rápido posible.
-¿Vas a cazar con esa ropa?- Pregunto Alec al ver mi atuendo.
-Sí.- Dijo con superioridad. –Mi tía Alice me enseño a cazar sin
derramar una gota de sangre sobre la ropa.
-¿Quieres ir corriendo?- Lo mire mal, él alzo las manos
intentando controlarme. Bien, iremos en mi auto.
…
-Para ser Vulturi sabes elegir autos. Yo siempre he querido un
Lamborghini, pero mis padres dicen que no son para mi, que yo necesito uno
blindado por mi forma de manejar.
-¿Quieres manejar hacia el bosque?- Alec extendió su mano
derecha con la lave en la palma.
-Alec yo…no se…si sea…- Alec tomo una de mis manos y coloco las
llaves en ella.
-Apresúrate antes de que me arrepienta.
El ronroneo del motor al encender fue magnifico.
-Acelera a fondo.-Las palabras de Alec me impulsaron a pisar el
acelerador a fondo causando que las llantas rechinaran al correr de manera
espontanea.
-No manejas mal.- Dijo mientras se colocaba una chaqueta de
cuero que estaba en el asiento trasero.
-Lo dices porque aun no choco.- Sí, había chocado, por eso no me
dejan tener auto. Jake y yo íbamos a Port Angeles, gire en la intersección,
cuando vi el auto enfrente intente frenar, pero las llantas de Ferrari de mamá
derraparon por la carretera mojada por la lluvia, choque el auto por detrás con
fuerza…mis manos apretaron con fuerza el volante mientras intentaba retener las
lágrimas que amenazaban con salir.
-¿Qué ocurre?- Alec se veía nuevamente preocupado.
-En el choque por el cual no tengo auto…casi muere alguien…un
niño que iba jugando en el asiento trasero, el golpe lo izo volar hacia el
frente estrellándolo contra el parabrisas, la fuerza fue tal que el cristal se
rompió.- Ahora las lagrima mojaban mi cara cayendo sobre mis piernas. Había
detenido el auto antes de que algo malo pasara. -El pequeño apenas sobrevivió.
-No fue tu culpa.- Alec sonaba sincero, pero sabía que fue una
estúpida al ir tan rápido sin precaución. En el choque también Jake y yo
salimos heridos, él se rompió una pierna y yo tuve una fuerte contusión cuando
mi cabeza choco contra el volante.
-Lo fue, tenía que haber sido cuidadosa.- Repentinamente Alec me
abrazo, al principio se sintió raro, pero se volvió reconfortante. Mamá es la
única que puede lograr reconfortarme cuando recuerdo el choque…“Dejen a su mamá
levantarse.” Ante le recuerdo separe a Alec de mi y arranque de nuevo…
1 comentario:
¡Hola! Hace mucho que no venía por aquí, vengo a ponerme al día. Que sorprendente el sueño, pero no me desagrada. Alec es lindo.
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