-Hoy, hermanos mios,
nos hemos reunido para acabar con nuestra maldición, y esta niña es lo unico
que nos faltaba para completar el ritual.- Dijo con voz fuete Alexander a todo
la Orden. –No te mueves, y te aseguro que dolera menos.- Dijo con uan sonrisa
divertida mientras acercaba la daga a mi garganta.
-¡¿Qué haces?!-
Grito enfurecida Katherine mientras se acercaba rapidamente a nosotros y
quitaba la daga de las manos de su hermano.
-Comenzando con el
ritual. – Respondio duramente Alexander mientras intentaba recuperar el puñal.
-Primero tenemos que
quemar la piedra y después, durante el cenit matar a la Doppelgänger.- La voz
de Katherine demostraba gran enfado pero su rostro era tranquilo. –¡Traigan a
la bruja!- Grito ella mirando a su lado izquierdo, la Orden formo un pasillo
por el cual paso Jeremy y Caroline jalando de los brazos a una joven, alta,
morena y cabello castaño claro que le caía en rizos por debajo de los hombros.
-¡No los pienso ayudar!- Grito aquella joven intentando
liberarse del agarre.
-Eso lo veremos.- Dijo Katherine acercándose rápidamente a ella.
–Tú incendiaras la piedra lunar y luego, durante el cenit le cortaras el cuello
a la Doppelgänger, después te suicidaras asegurándote
de que nadie sepa lo que paso.
La muchacha dejo de luchar y la soltaron, lentamente comenzó a
acercarse a la roca que estaba junto a mi y pronuncio palabras que no logre
entender.
-Espera al cenit.- Grito Katherine antes de colocarse al frente
de la orden.
La pequeña piedra perla se envolvió en llamas y la luna se
mostró justo en ese momento, se acercaba al centro del cielo, dentro de poco
moriría. Alexander me soltó justo en el momento en que la bruja me tomaba del
brazo y acercaba la daga a mi garganta.
La bruja continuo pronunciando frases que no entendía y varios
integrantes de la orden comenzaron a
gemir de dolor, escuche como los huesos se les rompían, era el momento
perfecto para escapar. Recordé el dolor que sentí al separarme de mi familia y
cuando creí que Alec estaba muerto, esos sentimientos se los transmití a la
bruja que rápidamente soltó la daga y cayo de rodillas llorando.
Tome la piedra lunar
y Sali corriendo.
-Atrapenla.- Había
gritado fueriosa Katherine.
Corri en linea recta
por el bosque sin saber a donde llegaria y cuando llegue a un claro más pequeño
que en el que estaba escuche como 4 rapidas patas se acercaban a mi, lo mas logico
era correr, pero yo me detuve y voltee, lista para enfrentar a mi atacante.
Frante a mi aparecio
un lobo pequeño a comparacion de Jake o Seth, era de color marron. Antes de que
se me aventara ecima recorde los mismos sentimientos que le transmiti a la
bruja y el lobo cayo sobre sus cuatro patas comenzando a aullar de dolor.
Segui corriendo
siguiendo la misma dirección cuando 4 patas golpearon mi espalda haciendome
caer boca abajo, por un momento pense que moriría, pero me percate del
delicioso olor que emanaba el lobo y supe que lo mejor era dejarme dominar por
mis instintos, y sin pensarlo dos veces gire mi cuerpo rapidamente haciendo que
el lobo golpeara contra el arbol mas cercano, me levante y me avente sobre él, el
lobo comenzo a luchar, tome su cabeza con una mano y bloquee sus rasguños con
el brazo, enterre mis dientes en su yugular y no deje de beber hasta que el
lobo dejo de luchar, su sangre era mejor que la de cualquier otro animal,
incluso mejor que la de un humano.
Al levantarme esuche
que maspatas se acercaban a mi, eran demasiados para luchar contra todos ellos
al mismo tiempo, para poder correr más rapido me quite los tacones.
Justo al amaecer
llegue a lo que parecia ser una ciudad, dentro de poco el sol haria que mi piel
brillara y los ciudadanos comenzarian a salir de sus casas, no tenia mucho
tiempo, corri lo mas rapido que pude hasta cruzar la pequeña ciudad y entre a
otro bosque, segui corriendo y me detuve en un claro, en el claro habian varios
arboles rotos pero solo uno me hizo saber que estaba cerca del castillo, era el
arbol bajo el cual estaba el cuerpo de Alec cuando pense que había muerto.
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