-¿Cómo está?- La voz se escuchaba lejana, pero conocida.
-Ya casi termina la transformación.- El que hablo fue mi abuelo.
-¿Puedo subir a verla?- Esa voz ahora era tierna y demostraba
preocupación.
-Claro.- Respondió con amabilidad mi abuelo.
-Solo no la toques.-
La voz de mi papá era cas i un gruñido.
-Edward,
tranquilizate, creoq eu ya es atdre para eso.- La voz de mi mamá era relajada.
-¡Sí!…¡Es demasiado tarde!-
Mi papá gritaba muy pocas veces, nadie lograba molestarlo l o suficiente.
-¡Calmate!- Mi mamá
alzo al voz demostrando un tono autoritario. -¡Deberías alegrarte de que seamos
abuelos!- A pesar de que mi mamá gritara, su voz demostraba alegría.
-Pero con un alto
precio…no sabemos si valla a lograr transformarse. –La voz de mi papá cambio drasticamente,
parecía que en cualquier momento lloraría si pudiera hacerlo.
-Lo lograra…recuerda
que mi corazón fallo antes de que lograras inyectarme tu ponzoña, pero
sobrevivi…ella es mi hija, es fuerte, decidida y al igualq eu yo, ahora tiene
una familia por la cual luchar…
-Ness.- Un par de
mano frías tomaron las mías. –Despierta, por favor, despierta.- La voz era una
suplica, una suplica llena de dolor. –Abre los ojos, muestrame que estas bien.
Intente hacer lo que
me pedía, pero sentía los parpados pesados, no lograba abrir los ojos.
-“Estoy bien.”- Intente
que mi pensamientosonara sincero y me esforze para poder transmitirle mi
estado.
-Ness…- La voz fue
erratica, sorprendida, lo había logrado, de nuevo había hecho que alguien más
sintiera lo mismo que yo.
-“No digas nada…guarda
el secreto por favor.”
-¿Por qué?- Su voz
era más tranquila.
-“Si alguien se
entera que puedo transmitir mis sentimientos querrían usarlo contra los demás.”
-Tienes razón, no te
preocupes, no dire nada.- Suv oz era sincera, no me mentía.
-“Dime que ha pasado
en mi ausencia”
-Pues…tus padres
llamaron…
-“¡¿Qué?! ¡¿Qué les
dijeron?!”
-Tranquila, no
grites.- Me dijo diverto. –Aro les dijo que te estaban haciendo pruebas y por
eso no podrías contestar, tú mamá se preocupo y dijo que vendrían a visitarte.
-“¿Cuándo?”
-La proxima semana.
-¿Interrumpo algo?-
Ángelica había entrado a la habitación isn avisar.
-“Nada demasiado
importante.”
-Ness, me alegras
que ya desperta…- Ángelica había dejado la frase incompleta. -¿Qué ocurre aqui?
-“Los siento si te
asuste, es que no soy capaz de abrir los ojos.”
-¿Cómo puedes
hablar?- Estaba por gritar, parecía aterrada.
-¿Recuerdas su don?-
Alec hablo antes de que yo lo hiciera.
-Claro, transmite sus
pensamientos cuando toca a las personas.
-“Dile que ya puedo
transmitirlos sin tocar.”
-Bueno…ahora ya no
es del todo así…
-¿A qué te refieres?
-Ahora puede
transmitir sus pensamientos sin tocar.
-¿Cómo lo hace?
-“Me lo enseñaron cuando
estuve con La Orden de Sangre.”
Me asegure de que
los dos pudieran escuchar mis pensamientos.
-Pense que te
querían matar.- Alec apreto mis manos entre las suyas ante las palabras de
Ángelica.
-“Eso querían hacer
Katherine, Alexander y Caroline…pero había un chico, Jeremy, que me dijo como
usar mi don de forma defensiva y fue quien me ayudo a escapaar.”
-¿Él cómo sabía lo
de tu don?- Alec estaba realmente interesado.
-“Ellos sabían más
de mí que yo misma.”
-¿A qué te
refieres?- Esta vez quien pregunto fue Ángelica.
-Hay alguien
afuera.- Dijo de pronto Alec.
Escuche como los
pasos de Ángelicca se acercaron rápidamente a al puerta.
-Escuchar detras de la
puerta es de mala educación.
-No hay ninguna ley que
lo prohiba.- Hablo con tono engreído Demetri.
-Tienes razón, pero
a mi me molesta, asíq ue largo.- Escuche como si chocaron dos piedras, Ángelixa
había golpeado a Demetri.
-Eso fue un grave
error.- La voz de Demetri fue una amenza.
Antes de que él
hiciera una estupidez, use mi don para que él sintiera todo el miedo que yo
sentí cuando estuve a punto de morir. Escuche como retenía el aire, comenzo a
jadear.
-¿Qué te ocurre?-
Ángelica sonaba realmente preocupada.
-Yo…no…lo…se…
Disminui la fuerza
de mi don hasta que lo quite totalmente.
-¿Qué fue eso?
No pude evitar
reirme por como sonaba la voz de Demetri, aun estaba asustado.
-¿Qué fue qué?- Alec
había soltado mis manos y se acerco a Demetri.
-Nada…olvidenlo.-
Volvio a su toni engreído.
-¿Qué hiciste?-
Pregunto con diversión Ale. Los pasos de Demetri se alejaron de la habitación.
-“Lo mismoq eu
contigo, Alec, cuando sentiste tranquilidad era porque yo sentía lo mismo.”
-¿Desde cuando
puedes hacer eso?- Ángelica tenía gran curiosidad.
-“También em enseño
a hacerlo Jeremy”
-¡Atrapenlo! La voz
de Jane se escucho con gran eco en el castillo.
-“Ness…ayudame.”
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