¡Noticias!

Después de casi un año sin publicaciones o avisos, he regresado y con nuevas (y espero buenas) noticias.
El blog no solo tendrá las historias que ya conocen, sino que ahora también encontrarán los capítulos de algunos libros, subiré nuevos capítulos de libros e historias por igual.
Espero que no hayan olvidado el blog y que pronto seamos más.
Lili Vulturi Mellark.

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20 oct 2014

Capítulo 29

Estábamos en una de las torres del castillo, en medio de la habitación había una mesita de menos de medio metro de alto, tenía dos copas de Champagne encima, había una botella en una cubeta con hielo y varios cojines estaban alrededor de la mesa sobre una alfombra, cubrían casi toda la habitación.

-Ven.- Alec entrelazo sus dedos con los míos y se acerco a los cojines, me soltó, se quitó los zapatos y pisó la alfombra, me dio su mano y yo la tome, me quite las zapatillas, la alfombra era suave. Siéntate.- Me senté con cuidado sobre los cojines y me arregle el vestido. Alec lleno las dos copas y me dio una de ellas.
-¿Para qué es todo esto?
-Por ti, por nosotros...- Parecía que luchaba contra algo dentro de él.
-Salud.- Levante mi copa, él hizo lo mismo y chocó suavemente su copa con la mía.
-Salud.- El sabor dulce y amargo burbujeo al bajar por mi garganta.

Alec tomó toda su copa de un trago y se sirvió otra.

-¿Sabes que no te emborrachas, verdad?
-Sí, es por los nervios.- Vio mi copa de reojo y abrió la botella. -¿Quieres más?
-Sí

Yo le había dado el segundo trago a mi copa cuando él se acabo la tercera.

-¿Qué ocurre?
-Tengo algo que decirte.- Tomó una gran bocanada de aire, se levantó, se arrodilló a mi lado y tomó una de mis manos entres las suyas. -Cuando te vi por primera vez solo pensaba en cumplir con las órdenes de Aro, acabar con tu vida, pero por alguna razón, el aroma de tu sangre me parecia delicioso, pero no para beberlo, sino para preservarlo, deseaba que aquel aroma existiera eternamente, no sabía que sería de mi si aquel aroma dejara de existir.- Sin poder evitarlo, de mis ojos comenzaron a salir lágrimas de felicidad. –Todos los días recordaba tu olor, imaginaba que sería más esquisito la próxima vez que te viera. Deseaba volver a verte.- Beso suavemente mi frente. –Cuando te vi con el perro, sentí algo que no había sentido antes, quería apartarlo de ti, cuando lo vi besarte, lo odie tanto que quise matarlo, no entendía lo que sentía, hasta el día en que me dijiste que se llamaban celos.- Puso sus manos en mis mejillas y con sus pulgares linpio mis lagrimas. –Ahora se que te amo, que te ame desde la primera vez que te vi y no dejare de amarte.

Me acerque a él y lo bese, ya no me importaba que él fuera un Vulturi, lo amaba. Alec me abrazo más fuerte , yo me arrodille frente a él. Este beso era distinto, lo deseaba y no me moleste en ocultarlo.

-Espera.- En sus ojos y su voz se notaba que él deseaba lo mismo que yo.
-No quiero esperar, sé que solo te amo a ti y que eres tu con quien quiero estar por primera vez.

Su sonrisa fue lo más hermoso que había visto en mi vida. Me volvio a besar, pude sentir que esta vez no controlo sus instintos. Cada milimetro de mi piel estaba en llamas, cada beso suyo en mi, era una explosión de emociones, cada caricia era como morir y revivir en un segundo. Poco a poco me fue acostando sobre la alfombra. Su cuerpo era perfecto, parecía un dios griego labrado en marmol, sus musculos eran marcados, lisos y fuertes. Nunca imagine que mi primera vez sería con un Vulturi y menos con Alec, pero no hay nadie más con quien quisiera estar. La luz de la luna provocaba destellos azules en los brazos de Alec.

Alec me abrazaba por la cintura con uno de sus brazos y el otro lo tenía detrás de su cabeza.

-¿Estas bien?- Gire un poco quedando boca abajo, entrelace mis dedos y recargue mi quijada sobre mis manos, su pecho bajo mis mano era liso y frio.
-Sí, estoy excelente.
-¿Te sientes diferente?-Los ojos de Alec me miraban fijamente, en busca de algo raro, además de mis ojos grises.
-No… ¿pasa algo?
-Ahora ya eres inmortal…- Sonrió ligeramente torciendo la boca a la derecha. -Ya tienes 6 años.

Había olvidado mi cumpleaños y la fiesta, solo pensaba en que Alec y yo ya habíamos hecho el amor.
Mi estómago gruñó levemente, pensé que solo yo  lo había escuchado, pero la risa entre dientes de Alec me hizo saber lo contrario.

-Voy por comida.- Me dio un beso en la frente y se levantó, mientras se acercaba a la puerta se iba colocando la ropa.

Cuando cerró la puerta me levante y comencé a vestirme, arregle mi cabello con mis dedos y me acerque a la ventana, las persona en Volterra iban de un lado a otro, el sol resplandecía en el centro del cielo, era medio día.
El olor a hot-cakes recién hecho lleno la habitación cuando Alec entro, tenía un frappe de cappuccino con jarabe de chocolate, crema batida y chispas de chocolate; los hot-cakes tenían miel de maple y un cubito de mantequilla encima.
Me senté rápidamente en un cojín frente a la mesa. Alec vio con sorpresa como  tragaba un pedazo de hot-cake sin masticar hasta acabar con los 6 y después bebí todo el frappe.

-Tenías demasiada hambre.- Alec sonreía ampliamente.
-¿Pasa algo?
-Quiero escuchar la canción.
-Tendrás que esperar un poco, aun no la termino.- Me faltan las ultimas notas de pieno para terminarla.
-¿Cuándo estará lista?- Le sonreí ampliamente y me levante.
-Te veo luego.- Lo bese rapidamente en lo labios y salí corriendo en la torre, me detuve cuando me di cuenta que no sabía a donde ir. Alec me tomo por la cintura y me gire, me beso, yo profundice el beso entrelazando mis dedos detrás de su cabeza, él bajo sus manos a mis piernas, di un pequeño salto y enrede mis piernas alrededor de su cadera. Alec  me bajo rapidamente y se arreglo la camisa y el pantalón.
-Demetri se acerca, regresa a la torre.- Hice lo que Alec em dijo y justo cuando cerre la puerta percibi el aroma de Demetri.
-¿Qué haces aquí?- La molesta voz de Demetri me fastidio.
-Eso no te incumbe.- La voz de Alec fue fría.
-Sí, deberías hacer tu trabajo, cuidar a la estupida hibrida, antes de que alguien se la coma.- Escuche como dos piedras chocaban, Alec había estrellado a Demetri contra la pared.
-Será mejor que no le hagas daño, si te atreves a tocarla te mato.
-Sueltalo, no quieres gastar tu energía con él.- Angélica hablo con tono autoritario. –Demetri, los lideres quieren hablar contigo, ahora. Debes relajarte o todos sabran lo que sientes…- Sus pasos comenzaron a alejarse. –Lleva a Ness al laboratorio cuanto antes.

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