-“Parate, yo voy al baño mientras tu te vistes, abrelé la puerta y dile que me estoy arreglando.”
Angélica comenzo a alejarse, justo cuando cerre la puerta del baño Alec
abrio la puerta de la habitación.
-Acaba de despertar, apenas se va arreglar.- La voz de Alec no podía
ocultar su felicidad.
-Bien, pero que no tarde.
Coloque los zapatos en el piso, meti mi pie dereecho primero y al intentar
meter el izquierdo todo a mi alrededor comenzo a dar vueltas, la vista se me
nublo, el aire me faltaba.
-Ness…- Era la segunda vez que Alec em atrapaba al caer.
{…}
-¿Qué le ocurre?- Angélica le sacaba sangre a Ness y la colocaba en
distintas maquinas o sacaba un poco de
un tubo y la veía en el microscopio, Ness estaba conectada a varios aparatos
para vigilar los latidos de su corazón, la persión y su respiración.-Hay algo mal en ella…- Angélica anotaba los cambios de Ness cada minutos. –Su cuerpo no esta aceptando los nutrientes de la comida. ¿Cuando fue la última vez que comio?
-Anoche, comio ensalda, carne y un pastel.
-Arreglatelas para meter sangre de un animal en un vaso o botella.
Salí corriendo de la habitación, fui a la cocina por varios vasos de
malteada y justo cuando salí del castillo Jeremy iba entrando.
-¿A dónde vas?
-Necesito sangre animal.-¿Es para Ness? ¿Te puedo ayudar?
Con ayuda de Jeremy logre llenar
cuatro vasos con sangre de venado. Al entrar en la habitación Ness estaba
despierta.
-Dame los vasos.- Angélica le coloco un popote al vaso y se lo dio a Ness.
–Bebelo todo.
Ella comenzo a tomar, acababa de tragarlo cuando cuando su pecho comenzo a
moverse bruscamente, Angélica le el bote de basura para vomitar.
-No funcionó.
-Ya me siento bien.- Ness intento sonreir para tranquilizarnos pero sus
labios ya no tenían color.-Podríamos probar con sangre humana.- Ella movio la cabeza a los lados con fuerzao ante la idea de Angélica.
-No me puedo permitir tener los ojos rojos, los prefiero grises.
-Podría tomar de mi sangre.- Jeremy hablo fuerte, con mucha decisión.
{…}
La idea de Jeremy no me parecía tan buena, cada vez que esta cerca de mi
tengo que usar todo mi autocontrol para no matarlo, huele delicioso.
-Para no arriesgarte te sacaré solo un litro de sangre, si la acepta tendrás
que ser su donador permanente, o hasta que encontremos otra forma de nutrirla.
Jeremy asintió con la cabeza. Angélica puso una aguja en la vena del brazo
derecho de él, la conecto a un tubo y este a una bolsa, cuando la bolsa estuvo
quito la aguja del brazo de Jeremy, separo la aguja del tubo y se acerco a mi.
La sangre era tan deliciosa como la de cualquier otro hijo de la luna.
-Su piel tiene más color.-Alec sonreía mientras de sostenía la mano
derecha, yo detenía el tubo en mi boca con al mano izquierda.
-Su pulso mejora.- Angélica anotaba mis cambios en una libreta. Alec
levanto la mirada y su cara era de preocupación de nuevo.-Sus ojos estan brillando, parace que sus ojos son de plata.- Solte el tubo de sangre ante las palabras de Alec y tome el espejo que estaba en la comoda junto a la cama. El iris de mis ojos ya no era de un gris opaco, ahora tenia un tono metalico, brillaba como la plata bajo la luz.
-¿Qué me ocurre?
-Tu cuerpo esta aceptando muy bien la sangre, esta formando parte de ti, todo es normal.
-Entonces tendre los ojos así para siempre.- No quería ni pensar en que dirían mis padres al ver mis ojos así.
-Puede ser, no estoy segura.
…
Cuando me termine dos litros de sangre, Angélica había dicho que ya podía
irme, Alec me había llevado a mi cuarto cargando, cuando em dejo en la cama mi
celular comenzo a sonar.-Voy a platicar con Angélica.- Alec salió de la habitación.
-Hola.
-Ness, no se que esta pasando en Volterra, se que estas bien, pero tu cumpleaños ya pasó y tus padres quieren ir por ti.
-No pueden, Alice, tienes que detenerlos.
-No, no lo haré, estarán más seguros aquí.
-¿Quiénes van a estar seguros?
-Angélica te lo va a decir
Mi tia corto sin dar más explicaciones, Angélica entro en la
habitación y cerro la puerta rapidamente,
tenía una hoja de papel doblada en tres en su mano derecha y una gran sonrisa.
-No se lo diga a nadie más, yo mantendre el secreto.- Me dio la hoja y
salió de mi habitación, antes de que pudiera ver que decía Alec entró.
-¿Qué te dijo Angélica?- Apenas había logrado esconder la hoja antes de
que él entrara.-Nada, ¿por qué?
-Me dijo que no podía decirme algo seguro sobre tus ojos hasta que tus resultados estuvieran listos, los vio, escribio unas cosas luego los imprimio y salió corriendo.
-A mi no me dio nada.
-Entonces voy a buscarla.
Saque la hoja de debajo de mis piernas y la abri. Con letras negritas se
leían las letra HCG y algunos numeros junto a ella, en la parte de arriba de
los numero decía, “Cantidad ancontrada” y
“Cantidad normal”. En rojo, decía, embarazada.
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