-Sangre.- Dije con total naturalidad.
-¿De humano?- Mis padres parecían horrorizados.
-No, de animal, pero tiene unas vitaminas y suplementes, para fortalecerme.
-¿Cuáles?- Mi abuelo me veía fijamente.
-No lo sé, pero Angélica dice que me harán bien.
-Después hablare con ella.
Me levante al baño a mitad del viaje, los mareos y vómitos eran
más frecuentes, tuve que usar mi don para que nadie se diera cuenta de que
estaba vomitando, al ir de regreso a mi
lugar me senté junto a Jacob, antes de que él pudiera levantarse use mi don en
él y lo obligue a quedarse sentado, puse mi mano sobre la suya.
-“Todo las preguntas que quieras hacerme piénsalas, no podrás
mover los labios hasta que yo quiera.”
-“¿Cómo podrías escucharlas?”-“Ahora puedo leer los pensamientos al tocar a las personas.”
-“¿Qué tiene él que no tenga yo? ¿Por qué te enamoraste?”
-“Desde el momento en que ellos me alejaron de ustedes él no se separó de mí, me cuido, se preocupó por mi salud, porque estuviera feliz, tranquila…un día casi me matan, nos atacaron y el me protegió, casi muere al hacerlo…”- Le mostré los recuerdos del día en que vi por primera vez a Alexander y la pelea. -“Después me raptaron, pero logre escapar, cuando llegue al castillo me desmaye, Alec estuvo junto a mi todo el tiempo en que estuve dormida.”- Le mostro todo desde el momento en que Alexander se hizo pasar por Alec hasta el momento en que desperté, cuando me Alec me dijo que ellos irían.- “Él se ganó mi amor con palabras, abrazos, cuidados, sin ninguna cosa material, fue sincero conmigo”.- Le mostro todo lo bueno que hizo Alec, me enfoque en su actitud conmigo, el ultimo recuerdo que le mostré fue el de la cena, donde me declaro su amor, me detuve antes de que viera el beso.
-“Yo nunca dije nada así…comprendo porque te enamoraste.”- No estaba molesto, parecía estar alegre. –“Me da gusto que encontraras el amor verdadero”- Titubeo un momento en sus pensamientos, parecía que no sabía si preguntar o no. –“¿Por qué te fuiste si lo amas?”
-“Promete que no le dirás a nadie hasta que yo te diga.”
-“Lo prometo.”
-“Estoy embarazada.”- La sorpresa era clara en la cara de Jacob.
-“¿Hace cuánto que lo sabes?”
-“Me entere ayer.”- Le mostré el análisis de sangre.
-“¿Por qué alejaste a tu hijo de su padre?”
-“Si me quedaba con los Vulturi ellos podrían dañar a mi hijo, quitármelo para siempre o ustedes creerían que ellos me obligan a quedarme y habría una gran pelea.”
-“¿Necesitas que te ayude en algo?”- Había llegado el momento decisivo, si él decía que no, no sé qué hare.
-“Quisiera que dijeras que es tu hijo.”
-“Bien.”
-“¿Aceptas? ¿Sin hacer más preguntas?”
-“Sí, por ver una sonrisa en tu rostro lo que sea.”
-“¡Gracias!”- Lo abrace.
-“¿En cuánto tiempo nace?”
-“Once o doce días.”
-“Es poco tiempo”
-“Mi embarazo es más rápido que el de mi mamá.”
-“¿Cuánto tiempo tienes de embarazo?”
-“Cuatro días.”
-“¿Niño o niña?”
-No lo sé
-“¿Qué le diremos a tus padres?”
-“Que mientras estuve en Volterra tú me fuiste a ver, yo logre escapar del castillo y regresar sin que nadie lo notará.”
-“Tu papá podría sospechar”
-“No lo hará, no podrá leer tu mente ni la mía.”- Había guardado una pequeña ramita de verbena en mi bolsa y al había ir al baño había presionado una de las flores hasta sacar todo su líquido, olía delicioso. Jeremy me había enseñado que la verbena como protección se puede usar como perfuma, beberlo, comerlo o tener cerca una ramita.
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