¡Noticias!

Después de casi un año sin publicaciones o avisos, he regresado y con nuevas (y espero buenas) noticias.
El blog no solo tendrá las historias que ya conocen, sino que ahora también encontrarán los capítulos de algunos libros, subiré nuevos capítulos de libros e historias por igual.
Espero que no hayan olvidado el blog y que pronto seamos más.
Lili Vulturi Mellark.

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27 oct 2013

Capítulo 23


-Renesmmee, ¿no has comido demasiado?- Mi mamá me miraba de forma rara cuando solte a mi tercer ciervo.

-No, no bebi a ninguno completo.

-Pero tu normalmente no comes tanto.- Mi papá se había unido al ataque de mi mamá.

-Lo hace por indicaciones de Angélica. La voz de Alec me relajo, me había salvado.

-¿Por qué te dijo que lo hicieras?- Mi abuelo me miraba expectante.

-No dio explicaciones, solo le dijo que lo hiciera.- Alec decía mentiras más rápido de lo que mi mente lograba formular una.

-Bien, tendré que platicar con ella.- Mi abuelo se alejo.

-¿Qué nos ocultan?- Mi papá tomo a Alec del brazo al igual que a mí, nos alejo de mi familia y nos miro.

-Edward, que estes aquí de visita no significa que no pueda hacerte daño.- La voz de Alec era un gruñido agresivo.

-Has lo que quieras pero dime la verdad.- Mi papá estaba peligrosamente cerca de Alec.

-¡No tienes derecho de insinuar que estoy mintiendo!- Alec se avento contra mi papá, tirandolo al piso y comenzando a golpearlo en el rostro.

-¡Edward!- Mi mamá y el resto de mi familia comenzaron a correr hacia donde estabamos.

 

Use mi dón en todos ellos, haciendo que se relajaran y se detuvieran.

 

-Alec, detente.- Mi voz era desesperada y parecía que él no había escuchado. Ahora Alec era el que estaba debajo de mi papá siendo golpeado. Me concentre más haciendo que ellos también se relajaran. –Papá, dejame hablar con Alec.- Le pedi cuando se levantaron.

-¿Por qué quieres hablar con él?- Mi papá parecia estar confundido.

-Solo quiero hablar.- Tome a Alec de la mano y lo hice correr hasta el claro donde habíamos visto a Alexander.

-¿Por qué lo hiciste?- Le pregunte tomano su rostro entre mis manos.

-Soy un Vulturi, él un Cullen. Debe respetarme.

-Alec, por favor, si queremos que en algun momento mi familia acepte lo nuestro debes de ser amable.

-Lo siento, pero no puedo, el perro hace que…que…no se como explicar lo que siento…

-Se llaman celos y no tienes porque sentirlos.- Me puse de puntitas y lo bese, él me correspondio, por un momento sentía que perdía el control de mi don y tuve que alejarme de el. –Lo siento, pero si me desconcentro mi familia va a venir.

-Regresa con ellos, yo voy en seguida.

 

{…}

-Katherine, La Orden ya esta reunida.- Caroline entro a la habitación de su hermaa sin avisar pero ella no estaba ahí.

-¿Qué quieres?- La voz de Katherine la sobresalto, estaba parada frente a la puerta.

-Solo te venía a avisar que La Orden esta reunida.

-Muy bien.- Katherine salio corriendo hacia el comedor donde siempre se reunían.

-¿Qué querra hacer?…¿Por qué es tan importante ese mocoso?…Era un inservible…Esta mejor muerto…Ojala lleguemos tarde…

 

Katherine entro al comedor abriendo las puertas con fuerza, asustando a quienes estaban adentro.

 

-¡Que sea la ultima vez que hablan mal de un integrante de La Orden!- Katherine se coloco al frente de la mesa, Caroline se paro a su lado derecho y Alexander de su lado izquierdo. -¡Mañana iremos a rescatar a Jeremy!

-¡Vallan ustedes, no pienso morir por ese mocoso!- Katherine volteo a ver a Jaqueline, ella estaba enojada desde que Renesmmee mato a su pareja al escapar.

-¡No les estoy preguntando si estan de acuerdo o si quieren ir!- Ella golpe con fuerza la mesa al hablar. -¡Toda La Orden ira a rescatarlo!

-¡¿Por qué debemos de hacerlo?!- Esta vez quien hablo fue su hermano menor.

-¡Por que quien no lo haga morira!- Ahora toda La Orden protestaba.

-¡Danos una buena razón para ir por ese niño!

-¡Porque e´l es…!- Katherine tomo una gran bocanadade aire, se concentro t se preparo para la reacción de su Orden.-¡Él es quien los guiaría si yo llegara a morir!

-¡Katherine, pense qu emi hermano y yo lo haríamos!- Caroline sentía que Katherine no la pareciaba realmente, en vez de decir que ella y su gemelo recibirían el liderazgo de La Orden, dijo que quien lo recibiría sería Jeremy.

-¡Nunca fue así…Jeremy siempre fue mi sucesor!

-¡Esa no es suficiente razón para ir en un acto suicida!

-¡No me importa!- Katherine no había podido decir la verdad sobre Jeremy, pero lo haría después de explicar la forma en que lo rescataría. –Saldremos a media noche hacia Volterra, entraremos al Castillo por la misma alcantarilla en que Alexander entro...

-Pero no sabemos donde esta.

-Lo sabremos al entrar.- Katherine comenzaba a relajarse, su voz aun era autoritaria pero ya no gritaba.- Hay una razón por la cual creían que Jeremy estaba en todas partes, él es capaz de transmitir sus pensamientos, le fascina molestar a als personas y por eso siempre hacia que todos lo escucharamos.

-¿Desde cuando hace eso?- Jaqueline se había interesado repentinamente en Jeremy.

-Desde que nacio.- Los integrantes de La Orden habían comenzado a susurrar, preguntandose como es que su Lider sabía tanto y estaba tan interesada en él. Katherine camino hacia la puerta y antes de abrirla dio la ultima orden. –Los quiero en el claro a media noche, debemos rescatar a mi hijo cuanto antes.

Capítulo 22


-Alec, ahora recuerdo que el día en que me raptaron tú querías enseñarme a usar mi don de forma defensiva, ¿cómo sabías que podía hacerlo?- Sabía que si mis padres me buscaran en mi habitación justo en este momento me matarían y a Alec también, ahora todo huele a él, hasta mi cama, donde estábamos acostados.

-Porque cuando aún era humano conocí a alguien capaz de hacer lo mismo que tú, pero con el tiempo aprendió a transmitir sus pensamientos y sentimientos sin tocar.

-¿Alguien?- Gire mi cuerpo quedando más cerca de él, alce el rostro y lo pude ver a los ojos  Él tomo mi quijada con su mano y me miró fijamente.

-Aún son grises.- Me dijo con cierto temor.

-No cambies el tema.- Le dije con algo de molestia. Hace dos días que me desmaye por la sangre del Hijo de La Luna, al despertar, mis ojos se habían tornado completamente grises.

-Me preocupa.

-Lo sé, pero recuerda que Angélica dice que ya no hay peligro, que son así porque mi sangre logro mezclarse con la del Hijo de La Luna. –Alec había comenzado a acariciar mi mejilla con su pulgar.

-¿De verdad quieres saber esa historia?

-Sí.

-Está bien.- Alec estaba nuevamente serio. –Cuando conocí a Katherine ella no estaba sola, la primera vez que la vi llevaba un bebé en brazos, alguien de cabello y ojos oscuros, ella me lo presento como su hijo, pero en ese momento no me explico nada.- Alec paso su mano derecha por su cabello, despeinándose. –Cuando comenzamos a salir me conto que ella cuidaba de sus dos hermanos y su hijo, me dijo que su padre era un borracho que había matado a su mamá a golpes, frente a ella y a sus pequeños hermanos cuando ella tenía 10. Cuando cumplió 17 años comenzó a trabajo, dos años después cuando regresaba a su casa escucho gritos provenientes de la sala, cuando entro vio a su papá golpeando a su hermana pequeña, su hermano de 17 años estaba tirado en el piso con sangre en la cabeza y su hermana intentaba protegerse de los golpes de su padre con los brazos sobre el rostro, ela se enojó tanto que tomo un cuchillo de la cocina y lo apuñalo, después tuvo que huir junto con sus dos hermanos.- Alec tomo mi mano y la puso sobre su pecho, recargando su mano en al mía. Una imagen borrosa comenzó a cubrir mi mente, hasta que pude verlo todo con claridad, era una casa pequeña, sin lujos, tan solo había una cama, una pequeña mesa con tres sillas rodeándola y una pequeña chimenea.

 

-“Al escapar llegue a Irlanda, donde conocí a un hombre que me ofreció su ayuda, él y su esposa me dieron trabajo y un lugar donde vivir con mis hermanos. Ellos tenían un hijo de mi edad, nos enamoramos, lo que paso después fue inevitable, su padre nos descubrió y me corrió. Pensé que sería el fin de mis hermanos y mío, no tenía trabajo y no permitiría que ellos trabajaran.”- La chica de los recuerdos de Alec era Katherine. Era sorprendente que mi don de verdad funcionara al revés, mostrándome lo que los demás pensaban. -“Habían pasado tres meses desde que me habían corrido cuando llegamos a Alemania, apenas un mes y medio antes me había enterado que estaba embarazada, se los dije a mis hermanos y Alexander consiguió dinero para que pudiéramos vivir, no me dijo de donde lo saco, solo que lo aceptará. Al intentar entrar salir de Alemania  arrestaron a Alexander, había robado por nosotras, mi hermana se asustó de no ver a Alexander y mato a uno de los policías. Desde entonces mis hermanos y yo hemos sido prófugos por asesinato y robo.”- La joven comenzó a desvanecerse, hasta desaparecer.

-El hijo de Katherine nació en Italia, ella sabía que su hijo era especial, cuando nos conocimos mejor le pidió que me mostrara lo que hacía, al principio me asuste, pero conforme pasaba más tiempo con aquel bebé me resultaba más común lo que hacía, cuando el niño cumplió dos años empezó a transmitir sus pensamientos sin tocar, unos días después hizo lo mismo con sus sentimientos.- Alec tomo mi mano y entrelazó sus dedos con los míos.- Cuando me convertí, el hijo de Katherine tenía 3 años.

-Alec, eso fue hace más de 300 años, el hijo de Katherine ya está muerto, ¿no?

-Lo dudo, al convertirte en un Hijo de La Luna te vuelves inmortal, aunque para lograrlo tienes que cumplir con dos condiciones, una más difícil que al otra.

-¿Cuáles son?

-La primera es que por tus venas corra sangre de un Hijo de La Luna, la segunda es matar a alguien.

-¿Si no matan qué pasa?

-Su vida sería igual a al de cualquier humano. La edad a la que matan por primera vez es la edad que aparentan eternamente.

-¿Cuántos años creer que tenga el niño ahora?

-Más de 330.- Los golpeteos de zapatos acercándose por el pasillo eran rápidos. –Jane.- Alec se asustó, si Jane nos veía también moriríamos.

-“Yo salgo, si pregunta por ti le diré que fuiste con Angélica.”- Alec iba a preguntar algo pero lo detuve poniendo mi dedo índice sobre sus labios. –“Sal por la ventana y estarás en el patio delantero, desde ahí ya sabes a donde ir.”

 

Alec se levantó abrió la ventana y salió. Jane toco con desesperación mi puerta.

 

-¡¿Qué?!- Le grite al abrir la puerta.

-Mira Cullen, que tu familia este aquí no significa que no te pueda matar.- Su voz demostraba que decía la verdad.

-No te tengo miedo Jane, tu don no funciona en mí y se defenderme, sería una pelea que tu perderías.

-No sueñes Cullen.- Jane se acercó a mí mostrando sus dientes y gruñendo, antes de que pudiera golpearla ella retrocedió. –Esconde esos ojos, Aro no quiere problemas.- Sus palabras fueron rápidas y casi inaudibles.

-Ness.- Mi mamá me abrazo. Utilice toda mi concentración para visualizar mis ojos de color chocolate y poder mostrárselos a toda mi familia –No sabes cuánto te extrañe.

-Mamá, nos vimos en el desayuno.

-En el que no comiste nada.- Otra vez estaba en el papel de “mamá sobre protectora”.

-Sabes que no me gusta la comida de humanos.- Le dije haciendo pucheros.

-Lo sé, por eso le pedimos permiso a Aro para ir a cazar…pero nos tiene que acompañar Alec.

-No entiendo porque nos tiene que acompañas ese estúpido chupasangre, ni que nos fuéramos a escapar.- La voz de Jacob me golpeo con fuerza, lo he estado evitando durante estos dos días.

-Cállate perro, si vuelves a insultar a mi hermano te juro que…

-¿Qué?- Jacob había interrumpido a Jane, lo cual la enfureció más. –No te tengo miedo, ni a ti ni a los otros chupasangre.

-Deberías.- Jane había fijado la mirada en Jacob, intentando causarle dolor.

-No lo lograras Jane, desde que entramos mi esposa nos está protegiendo.- Mi papá hablo mientras me abrazaba.

 

Jane pasó junto a Jacob empujándolo. Por el pasillo en el que giro, iba hacia La Sala de Tronos.

 

-¿Por qué no puedo leer tu mente?- Me dijo con enfado mi papá.

-No estoy pensando en nada.- Le respondí con fingida seguridad.

-Ness, confía en nosotros, somos tu familia, no tienes por qué mentirnos.- La tierna voz de mi abuela hizo que me sintiera culpable. Pero si me quitaba la verbena se enterarían de cosas que no le agradarían

-Lo sé y les aseguro que no oculto nada.

-Yo le creo. Ahora vamos a cazar, quiero un gran animal, hace mucho que no me divierto.- Emmett como siempre estaba despreocupado.

-Primero hay que ir por Alec.- Mi tía Alice había aparecido dando brincos y sonriendo al mencionarlo. -¿Dónde está?- Parecía que era ella la que estaba enamorada de Alec y no yo.

-Con Angélica.- Respondí rápidamente.

-Ustedes vallan, yo los espero aquí.- Emmett se había recargado en la pared.

-Vas a venir con nosotros.- Ordeno mi tía Rose.

-No pienso recorrer medio Castillo para buscarlo y después tener que volver porque el bosque está más cerca de este lado.- A veces mi tío parecía un niño, hacía berrinches para no esforzarse.

-No es necesario ir por él.- Mi familia me vio con duda pero no les preste atención. Cerré los ojos y me concentre en Alec.- “Alec, ven, mi familia y yo te necesitamos, solo si tú nos acompañas podremos salir a cazar.- Hacer que mi pensamiento fuera tan lejos y para una persona en específico fue algo cansado. Sentí como una pequeña brisa golpeo mi rostro, trayendo consigo el delicioso olor de la loción de Alec.

-Síganme.- Alec estaba frente a mi cuando abrí los ojos.

-¿Cómo supiste que te necesitábamos?- Mi abuelo al igual que los demás estaban algo preocupados porque él apareció sin que nadie lo llamara.

-Renesmmee me llamó.- Dijo Alec con frialdad y comenzó a caminar.

-¿Cómo lo hiciste?- Mi papá volteo a verme cuando llegamos a la puerta del garaje.

-Pensé que haríamos a cazar.- Dijo con dureza Jacob.

-Así será, y al menos que quieran correr pueden usar los autos.- Alec abrió la puerta dejando a la vista toso los autos que tenían los Vulturi. Mi familia rápidamente fue a ver que auto tomarían. –Ness.- La voz de Alec fue un susurro cerca de mi oído. –Toma, sé que te gusto conducirlo.- Coloco las llaves del Lamborghini en mi mano derecha. –Recuerda mantener el color de tus ojos.- Fueron palabras rápidas, para que mi familia no se diera cuenta. Alec se acercó al Lamborghini y entro del lado del copiloto.

-Ness, ¿vienes conmigo?- Jacob tomo mi mano izquierda al preguntarme.

-Lo siento, pero no.- Jale suavemente mi mano, no volteo a verlo al hablarle, no me sentía capaz de hacerlo. –Voy a ir con Alec en el Lamborghini, nos vemos en el bosque.- Me metí rápidamente en el auto y arranque, acelere como la primera vez, al salir del Castillo los autos que habían elegido mi familia iban detrás de nosotros.

-Acelera, sabes cómo llegar.- Alec rozo sus dedos sobre una de las manos con las que agarraba el volante.

 

Pise el acelerador, sentí como mi cuerpo se presionaba contra el asiento, iba a más de 200 km/hr.

 

16 oct 2013

Capítulo 21


{…}

-¡Jeremy!- La voz de Katherine se escuchó en todo el castillo. -¡Jeremy!- Ya había recorrido más de la mitad del castillo sin encontrarlo.

-Katherine.- Caroline hablo suavemente, con miedo.

-¿¡Qué?!- Katherine seguía gritando, estaba enfurecida, no había visto a Jeremy desde el día del sacrificio.

-Jeremy se fue.- Caroline hablo con más suavidad.

-¡Lo sé! ¡Pero ya debió regresar!- Su voz ya no era furiosa, sino preocupada.

-No va a regresar.- Caroline saco una hoja blanca doblada de la bolsa de su pantalón y se la dio a Katherine. –La acabo de encontrar en su habitación.

 

““La única razón por la que dejo esto es para que no me busquen, aunque sé que a nadie le va importar que no regrese, no tengo familia ni amigos en La Orden que esperen mi regreso, que se preocupen por mí, que quieren que me quede.

Tomar esta decisión no fue difícil después de que casi matan a la única persona que me entendió, que de verdad me considere su amigo.

Me di cuenta que no soy como ustedes, no soy un asesino, soy feliz siendo lo que soy, no me importa estar atado eternamente a la Luna Llena.

Lo único que quiero pedir es que no busquen a Renesmmee, que no la maten, ella es una persona con gran corazón, que debe vivir su vida sin preocuparse  de que la quieran matar.””

 

-¿Dejo algo más?- Katherine parecía vulnerable por primera vez en mucho tiempo.

-No.- La respuesta de Angélica fueron las palabras más doloras para Katherine, ahora se daba cuenta que debió decir la verdad hace mucho tiempo. -¿Qué ocurre?- Caroline parecía fría, pero tratándose de su hermana, era capaz de sentir.

-Jeremy…es…él es…- Por más que Katherine buscaba las palabras adecuadas no las encontraba, no sabía cómo decirle a su hermano algo que había ocultado durante tantos años. Tomo una bocanada de aire y se obligó a controlarse. –Nada…olvídalo. –Katherine salió corriendo, luchando contra las lágrimas que picaban sus ojos. Cuando llego a la cima de una montaña cercana a la cede subió a un árbol, se sentó en una rama y comenzó a llorar, rogando que nadie la viera. –Jeremy, debí decirte la verdad, no permitir que pensaras que a nadie le importas, porque a mi sí me importas, mucho, daría la vida por ti, porque estés aquí y no te vallas, solo espero que regreses, sin ti mi vida está incompleta, te amo, sin importar lo que pase o hagas siempre será de la misma forma.- Sus palabras eran susurros llenos de dolor.

-¡Katherine!- Caroline había salido a buscar a su hermana. Al escucharla, Katherine salto de un árbol a otro, hasta casi llegar al límite del bosque, bajo, seco sus lágrimas y respiro profundamente. –Katherine, ¿qué ocurrió?

-Nada.

-No me mientas, eres mi hermana, me preocupas y quiero saber cómo ayudarte.

-No te lo puedo decir.

-¿Por qué? ¿Acaso no confías en mí?

-Es que…he guardado este secreto durante mucho tiempo.

-Dime- Caroline empezaba a sospechar porque Katherine sufría por Jeremy. -¿Puedo adivinar?

-Inténtalo, pero no lo lograras.

-Estas enamorada de Jeremy.- Katherine sonrió ampliamente por lo que su hermana dijo. -¿Eso es un sí?

-No…bueno, sí y no…

-¿Qué?

-Lo amo, pero no para que fuéramos pareja.

-¿Por qué?

-Por Edipo.- Respondió Katherine.

-Katherine, Caroline.- Alexander apareció del lado de la carretera.

-¿Qué?- Katherine volvió a su habitual actitud. Caroline resulto asombrada, ya que aunque Alexander también era el hermano menor de Katherine, ella siempre la traro con frialdad.

-Encontramos el rastro de Jeremy.

 

Katherine no pudo evitar sonreír. Alexander siempre la conoció como alguien que no siente nada por nadie, ni por sus hermanos, que sonriera lo sorprendió, no entendía le por qué.

 

-¿Dónde?

-En la frontera de Volterra, creemos que los Vulturi lo capturaron.

 

Katherine resulto horrorizada por ello, no quería imaginarse lo que podrían estar haciéndole a aquel joven en ese momento.

 

-Hay que regresar, reúnan a toda La Orden, necesitamos traer de regreso a Jeremy.- Katherine salió corriendo al terminar de hablar, Caroline la siguió, mientras que Alexander regreso por donde venía para ir por quienes lo acompañaron.

-¿Por qué eres así?- Caroline procuro estar lo suficientemente lejos de al Cede para que no la escucharan.

-¿Así cómo?- Katherine se detuvo y vio con enojo a su hermana menor.

-Cuando hablas conmigo puedes llegar a ser tierna, pero al hablar con Alexander siempre eres fría, como si no lo quisieras.

-Lo quiero, al igual que a ti, pero siempre tuve que ser dura con él, me vi obligada a ellos por culpa de papá.

-Pero él ya no está aquí…- Caroline tomo las manos de su hermana. –Trátalo como si de verdad fuera tu hermano menor.

-No puedo…no quiero que se vuelva sensible y obtenga debilidades.

-Eso no pasará.- Katherine, enojada jalo sus manos, haciendo que su hermana la soltara y cruzo los brazos por debajo del pecho.

-Si pasa o no pase, no quiero ni me interesa comprobarlo, lo tratare como siempre.- Se dio la vuelta dispuesta a seguir su camino hacia la Cede. –No quiero que vuelvas a hablar sobre mi trato hacia Alexander ni sobre lo que siento por Jeremy.- Al terminar de hablar salió corriendo.

Capítulo 20


Corrimos hacia la enfermería, comencé a ver todo borroso, no distinguía nada que estuviera cer o lejos de mí.

-Alec…- Él se detuvo, pareció que movió los labios, de pronto deje de sentir las piernas…

 

{…}

-Ness…- Apenas logre terminar de decir su nombre cuando ella se desmayó, logre atraparla y llevándola en mis brazos llegue a la enfermería, toque la puerta con el pie rápidamente.

-Tranquilo, yo debería ser la alterada, se tardaron demasiado.- Angélica estaba hablando sin parar, cuando abrió la puerta se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la cama de Ness, sin fijarse en quien llevaba en los brazos. –De verdad, ¿qué era tan importante como para no llegar…

-¡Cállate!- Le grite desesperado, fue cuando Angélica por fin volteo. Coloque a Ness en la cama y Angélica corrió por algunas agujas, le saco sangre a Ness y corrió hacia el microscopio que estaba conectado a una pantalla de 40 pulgadas.

-Alec…- Angélica hablo sin despegar los ojos del microscopio y luego señalo la pantalla. -¿Ves eso?- Me dijo mientras señalaba unas manchas rojas y grises en la pantalla.

-Sí…- Respondí algo dudoso.

-Esos.- Señalo un montón de bolitas rojas. –Son de la sangre de Ness y esos.- Esta vez señalo las manchas grises. –Es una especie de veneno, que se intenta mezclar con las células de Renesmmee pero al hacerlo, las matan.

-¿Cómo podemos curarla?

-Necesitamos desintoxicar su sangre.

-Eso me queda claro… pero el cómo, no…- Mi voz subía de intensidad al hablar. Solo espero que nadie de su familia o de la guardia este cerca, se podrían dar cuenta de lo que siento por ella y eso no es bueno para ninguno de los dos.

-Debemos darle por vía intravenosa sueros y una transfusión sanguínea.

-Hazlo.- Le dije tomándola de los brazos.

-Tranquilízate…- Se liberó de mi agarre y fue a una puerta gris, la abrió y entro en lo que parecía un refrigerador, al salir tenía mala cara. –No tengo ninguna bolsa de su tipo de sangre.

-¿Hay otra solución?- Corrí a tomar la mano de Ness entre las mías.

-Sí, pero necesitamos que ella este despierta.

-Estoy bien…- La suave voz de Ness, justo ahora, era como oír a la aves cantar después de una vida sorda. -¿Qué debo hacer?- Su voz mejoraba poco a poco.

-Necesitas ir a cazar y no dejar de comer hasta que acabes con toda la sangre de al menos 6 animales grandes.

-Eso es demasiado, solo puedo comer dos completos.

 

{…}

Las habitaciones a las que nos llevó Jane estaban del lado contrario a la habitación de Renesmmee, lo cual nos enfadó a todos.

-Bella, Nessi nos oculta algo.- Desde que el dijimos que vendríamos a Volterra él insistió en venir, porque tenía muchas ganas de ver a Renesmmee, pero desde hace unos minutos que la vio está enojado.

-Es tu imaginación, mi hija es igual que siempre.- Yo también sospecho que ella oculta algo pero si no le miento a Jacob, él intentaría saber que pasa y si Ness guarda un secreto es porque de verdad es importante.

-Jacob tiene razón.- Edward se paró junto a Jacob. –No pude leer su mente ni la de Alec, intente averiguar algo mediante Angélica pero ella pensó todo el tiempo en Demetri.

-Ni yo he podido ver su futuro.- La voz de Alice llamo nuestra atención.

-¿Desde cuándo?- Mi esposo tomo mi mano al preguntar.

-Hace más de cinco días.

-¿Por qué no nos lo dijiste?- Ahora yo estaba molesta.

-Porque creía que era porque se acercaba su cumpleaños…

-¿Dejas de ver su futuro cada vez que cumpleaños?- Edward interrumpió a Alice y comenzó a gritarle.

-No…creí que esta vez pasó porque su desarrollo acabaría…- Alice parecía sentirse realmente culpable. –Pero no se preocupen, no nos perdimos de nada interesante.

-¿A qué te refieres?- Edward gruño levemente cuando Jacob se acercó a Alice.

-Deja de pensar en eso…mi pequeña no tiene tan malos gusto, Alice.

-Edward, ¿qué pasa?- Solté su mano y voltee a verlo.

-Ella cree que Renesmmee se va enamorar de un Vulturi.

-¡Esa es la mayor estupidez que he escuchado!- El cuerpo de Jacob había comenzado a temblar. -¡Ella me ama a mí, solo a mí!- Cada vez temblaba más, si no se controlaba, se convertiría.

-Jasper.- Susurre. E l volteó a ver a Jacob, quien rápidamente se relajó.

-Jasper, tu puedes saber si Ness aun me ama…- Ahora su voz era una súplica.

-En realidad no puedo.- Su voz fue tan relajada como siempre. –No percibí sus sentimientos.

-¿Eso es posible Carlisle?

-Puede que sí.- Carlisle desapareció y cuando regresó llevaba un libro en las manos. –Según esto, había un ser que junto con su Clan eran inmunes a los dones, tanto físicos como mentales.

-¿Quién es?- Emmett por fin hablo.

-Una chica…

-Se más específico.- Rose parecía desesperada.

-La ex novia de Alec.- Carlisle hablo mientras buscaba algo en el libro. –Su Clan ataco a los Vulturi, les causaron muchas bajas, casi acaban con ellos y de pronto escaparon, después de 14 días de pelea, justo un día antes de la Luna Llena.

-Eso es ilógico…si casi los acaban, ¿por qué irse?- Edward había tomado el libro.

-Tal vez tenía un secreto…y Ness lo sabe.- Dijo con burla Jacob. Todos volteamos a verlo. –Es broma, si así fuera, ella nos lo diría.

-Vamos.- Edward comenzó a correr tomándome de la mano. –Esta es la enfermería.- Se detuvo frente a una puerta de donde se podía percibir el aroma de Ness. Edward abrió la puerta.  El cuarto se parecía a la oficina de Carlisle cuando estaba embarazada, pero esta además tenía instrumentos de laboratorio.

-Hola, soy Angélica.- La chica que estaba en la Sala de Tronos salió de una puerta gris junto con una brisa fría, era un refrigerador.

-Nosotros somos los Cullen, familia de Renesmmee. Ellos son Edward y su esposa Bella, Alice y su esposo Jasper, Rosalie y su esposo Emmett, el novio de Renesmmee, Jacob, mi esposa Esme y yo soy Carlisle.- Carlisle hablaba mientras nos señalaba a uno por uno.

-Es un placer conocerlos.- Angélica se acercó rápidamente a Alice, Jasper movió a Alice hacia atrás de él, pero ella se colocó al frente otra vez. –Alice, lo que hiciste fue maravilloso.

-Gracias Angélica. ¿Podemos hablar un momento?

-Claro, acompáñame.- Ambas se dirigieron hacia el refrigerador y cerraron la puerta después de entrar.

-¿Qué dicen?- Todos volteamos a ver a Edward, creyendo que él podría escuchar sus pensamientos, porque las voces no se lograban oír.

-No lo sé, no logro escuchar los pensamientos de ninguna de las dos.

14 oct 2013

Capítulo 19


Por un breve momento Alec y yo quedamos parado uno junto al otro, debajo del umbral de la puerta, mi tía Alice sonrió ampliamente al vernos y mi papá la fulmino con la mirada.

-¡Ness!- Jacob corrió a abrazarme, levantándome del piso y dándome vueltas. -¡No sabes cuánto deseaba verte!- Sus ojos demostraban aquella desesperación de cuando nos separábamos, solo que ahora era peor, cuando no estábamos juntos era porque mi tía Alice me había llevado de compras.

-Yo también te quería ver.- Intente que mi voz demostrara la misma emoción que la de él, pero creo que no lo logre porque mi mamá me vio con el ceño fruncido. Jacob intento besarme en los labios, pero gire el rostro y sus labios tocaron mi mejilla con suavidad.

-Hija.- Mi papá me abrazo cuando Jacob por fin me soltó.

-Renesmmee, ¿estás bien?, ¿te hicieron daño?- Mi mamá me abrazo mientras me hacía preguntas desesperadamente.

-Estoy bien, me han tratado excelente, más Angélica.

-¿Quién es Angélica?- Mi papá parecía molesto y me veía fijamente, como si no le estuviera diciendo algo.

-Es la doctora que me hace los estudios, una excelente vampiresa.

-¡Por qué elegiste ese?- La voz de la tía Alice era reprobatoria. –Es lindo y formal, pero para recibir a tu familia, creo que habían mejores.

-Lo sé…es que necesitaba escoger rápido.- Intente que mi voz sonara segura.

-Te vez encantadora.- La tía Rose hablo y me abrazo antes de que Alice dijera algo más.

-Mi sobrina favorita.- Emmett me cargo y me apretó contra su cuerpo con fuerza, yo hice lo mismo casi con la misma fuerza. –Te has vuelto fuerte.- Me dijo sorprendido. Intente sonreír pero el recuerdo de como drene la sangre de aquel Hijo de La Luna me estremeció.

 

Alice y Jasper me abrazaron justo después de mis abuelos. Me senté entre Jacob y mis adres, el único lugar libre que quedaba. Alec estaba sentado del lado contrario al de Jane, justo frente a mí y Angélica a su lado. Jacob tomo mi mano, el rostro de Alec se mantuvo tranquilo pero sus ojos mostraban dolor.

 

-“Tranquilo.”- Mi pensamiento fue solo para Alec.

-¿A qué se debe su visita?- La voz de Aro era amigable, como si no hubiera pasado nada hace unos minutos.

-Creímos que ocurrió algo malo y queríamos asegurarnos de que no fuera así.- La abuela Esme fue la primera en hablar.

-Ya que hicieron un viaje tan largo para poder confirmar que no es así, que les parece quedarse por unos días.

 

No. Quiero a mi familia, pero si están aquí Alec se va a distanciar.

 

-No es necesario, Aro.- Mi abuelo también hablaba en tono amigable.

-Claro que lo es, quédense, insisto.- Mi abuelo volteo a ver a mi familia, quienes asintieron, aunque no tenía nada más que hacer, si se negaban Aro se molestaría.

-Ya insiste, nos quedamos.

 

Aro sonrió falsamente y se levantó, acto que mi familia imito.

 

-Jane, llévalos a las habitaciones para visitas, Alec, lleva a Renesmmee a la enfermería, sus pruebas tienen que seguir cuanto antes, solo tenemos dos semanas antes de su cumpleaños.

 

Jane con mala cara se dirigió a la puerta y a abrió.

 

-Síganme.- La típica voz engreída de toda al guardia.

 

Mi familia junto con Jane desaparecieron rápidamente.

 

-No piensen en lo ocurrido los últimos días frente a Edward.- Aro hablo mientras junto a sus hermanos se acercaban a la puerta. –No quiero que comience a hacer preguntas.- Los Líderes salieron de la biblioteca.

-¿Por qué me seguirán haciendo pruebas?- Me había quedado sola con Angélica y Alec. –Después de lo ocurrió no quisiera que me entierren ninguna aguja.

-Lo sé.- Angélica busco algo en su pantalón y saco una pequeña cajita dorada. –Pero necesitamos saber porque tus ojos se pusieron así.- Me dio la cajita, al abrirla vi que era una espejo. Cuando enfoque mi rostro, no podía creer quien estaba en él, era yo, pero con los ojos distintos, eran de un color café claro con cierto toque gris.

-¿Por eso mis padres me miraban raro?- Intente que mi voz fuera tranquila, pero no lo logre, estaba aterrada.

-Lo dudo, se tornaron de ese color cuando ellos se fueron.

-¿Qué lo causo?- Alec me tomo de la mano al preguntar.

-Podría ser algo que comió…- Angélica estaba pensando en otras cosas que podrían hacer mis ojos así.

-Fue por algo que comí…- Susurro. Los dos me voltearon a ver, esperando una explicación. –Cuando escape, los integrantes de La Orden me persiguieron transformados en lobos, uno de ellos casi me alcanza pero logre detenerlo usando mi don en él, otro me tiro, yo me defendí, él luchaba y yo…yo…- Se me hacía difícil pensar que acabe con la vida de alguien, aunque fuera a cambio de la mía. Tome aire y me forcé a hablar. –Yo lo maté, bebía toda su sangre…- Al terminar de hablar comencé a llorar, Alec me abrazo, recargo su cabeza en la mía y con una de sus manos comenzó a acariciar mi cabello.

-¿Pudo haber sido eso?- Alec estaba nuevamente preocupado.

-Es lo más seguro…aunque no encuentro una buena razón para la rara combinación de colores.

-¿Crees que la sangre sea dañina para ella?- Alec preguntaba las cosas que a mí me gustaría saber, como si supiera lo que pensaba.

-Necesitaría realizarle estudios.

-Está bien.- Mi voz era asfixiada, hablaba aun con el rostro escondido en el pecho de Alec. Angélica salió corriendo de la Biblioteca.

-Te aseguro que todo estará bien.- Las palabras de Alec fueron suaves, reconfortantes.

-Me gustaría que mi familia no hubiera venido.- Le dije separándome de él.

-¿Por qué?

-Con ellos aquí, yo no podré tenerte cerca como ahora, tú tendrás que ser “La Joya de La Corona”.- Mi voz fue como un reproche. –No quiero que eso pase…

-Y no pasara, mientras ellos estén aquí yo me comportare como una Vulturi, pero si ellos no nos ven, será como siempre debió ser.- Alec es romántico y tierno cuando quiere y también cuando quiere es insoportable, sin poder evitarlo torcí la boca ante su anterior actitud conmigo. -¿Qué ocurre?- Me dijo tomando mi rostro entre sus manos.

-No me gusta la forma en que era antes, un creído, egocéntrico, presumido…y tantas otras cosas que odio…- Alec beso mi frente deteniendo mis palabras. –Pero hay momentos en que eres tierno dulce, te preocupas por los demás, me haces sonreír, quererte de verdad.- Alec sonrió ampliamente y beso, sus labios eran tibios y encajaban perfectamente en los míos.

-Creo que debo llevarte con Angélica.- Me dijo Alec entre besos.

-Está bien.- Comencé a caminar tomándolo de la mano.

-Espera.- Alec tiro de mí, enredo la mano que agarraba la mía alrededor e mi cintura, aprisionándome contra su duro cuerpo y me beso rápidamente.