-“Ness…ayudame.”
La voz era un
susurro dentro de mi cabeza.
-“¿Quién eres?”
-Nosotros, quién
más- Respondió Ángelica rápidamente.
-“Ayudame…me
capturaron.”- La voz fue más fuerte, parecía conocida.
-¡Llevenlo a La Sala
de Tronos!
Jane estaba cerca de
la habitación al igual que un Hijo de La Luna hérido, el olor de su sangre lleno
rapidamente mis pulmones, mis instintos me dominaron y abri los ojos,
rapidamente me puse de pie, dejando soprendidos a Alec y Ángelica.
-¿A dónde vas?- Alec
me tomo por lo hombros al hablar.
-Sueltame.- Sisie…el
instito de comer era más fuerte que yo.
-No.- Respondió é
con firmeza.
Use mi don en él,
cuasando que me soltara y salí corriendo de la habitación hasta el lugar de
donde provenía aquel exquisito olor, recorriendo los pasillos, guiada por el
aroma, llegue a La Sala de Tronos, en la que rapidamente entre, sin importar
quien estuviera adentro.
-Renesmmee.- Aro hablo
sorprendido sostenía la mano del joven de delicioso sabor. –No sabía que ya
estuvieras bien.- Parecía enojado.
-Vine por él.- Mi
voz era aspera, parecía seductora, sedienta.
-¿Lo conoces?- La
voz de Aro era sorprendida.
-“Ness…soy Jeremy.”-
Otra vez la voz estaba en mi cabeza, era suave, pero no porque estuviera lejos,
sino porque estab adébil.
Al escuchar su
nombre me relaje, mi instinto de comer desaparecio, debía ayudarlo. Use mi don
en Aro, haciendo que se relajara y soltara la mano de Jeremy.
-Pero que…- La
expresión se Aro era atónita.
-Dejelo por favor.- Mi
voz fue dulce, suave, era yo otra vez, no aquella hibrida sedienta.
-Lo conoces.- Fue
una afirmación. -¿Desde cuando?
-Gracias a él logre
escapar.- Mi voz tenía un tono de agradecimiento.
-¿Cómo lo hiciste?- Aro
regreso la vista a Jeremy, y por la pregunto no pudo leer sus pensamientos.
-“No le digas nada
sobre el sacrificio.”- Mi pensamiento se lo dirigí solamente a Jeremy.
-“No te preocupes,
no lo haré.”- Parecía estar un poco mejor, su respiración se relajaba y la
sangre parecía haber dejado de salir de él.
En ese momento la
exquisita loción de Alec inundo el lugar, obligándome a voltear. Estaba parado
bajo el umbral de aquella gran puerta, parecía preocupado, al igual que
Angélica, que llego segundos después de él. Fue hasta ese momento que4 lo vi
realmente, llevaba puesto un traje gris oscuro, una camisa y corbata a juego.
-Señor Aro, los
Cullen están aquí.- Las palabras de Alec fueron rápidas.
-Llévenlo a los
calabozos, limpien su sangre del piso y cierren La Sala.- Aro hablo mientras
señalaba a Jeremy, luego el piso y a quienes se encargarían de lo que había
ordenado. -¿Dónde están los Cullen?- Aro se dirigió solo a Alec.
-Los llevamos a la
Biblioteca.- Alec volvió a su formal forma de hablar.
-¿Angélica que les
dijiste sobre Renesmmee?
-Que estaba
durmiendo porque ayer le hice pruebas hasta muy tarde.
-Alec, lleva a
Renesmmee a su habitación, que se arregle lo más rápido posible y llévala a la
Biblioteca.
-Sí Señor.
Alec me cargo en un
rápido movimiento y corrió fuera de La Sala.
-“Me dijiste que
vendrían en una semana.”
-Sí, una semana después
de su llamada.
-“¿Cuánto tiempo
dormí?”
-4 días.- Sus
palabras demostraban algo de dolor. Alec me bajo cuando estuvimos afuera de mi
habitación. –Arréglate…no quieres que tus padres te vean así.- Sus palabras
eran tiernas y divertidas.
Entre a la habitación
y corrí al espejo de cuerpo completo que había detrás de la puerta del baño, mi
aspecto era deplorable, mi cabello estaba desordenado, tenía puesta mi pijama
que dejaba ver algunos moretones en mis piernas, algunos rasguños cicatrizados
se notaban en mis hombros. Abrí el armario, vi todos mis vestidos colgados,
tome uno rosa pastel que llegaba por debajo de las rodillas cubriendo mis
moretones, tenía finas mangas que curbían casi al mitad de mi antebrazo y un
delgado cinturon negro que moldeaba el vestido perfectamente a mi cintura, tomé
unos tacones negros con la plataforma y el tacon rosa pastel. Corri al baño, me
cubri el cuerpo con una bata de baño y me moje el cabello, intentando peinarlo
con los dedos, luego salí, con el peine acomode todo mi cabello de un lado, lo
sujete con algunos pasadores y me coloque un broche rosado. Me acerque a una de
mis maletas, de donde saque otra flor de verbena, abri el guardapelo de mi
pulsera, saque l flor seaca y puse la nueva, busque mi alhajero y al
encontrarlo saqeu de él un guardapelo cuadrado, donde había una foto mía y otra
de mi familia, saque las fotos y las guarde junto con la de Jacob, y puse otra flor de verbena en ese guardapelo.
Cuando salí, Alec
estaba recargado en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho, llevaba
puesto untraje distinto, completamente negro.
-Te ves
espectacular.- Dijo con una gran sonrisa cuando me miro.
-Tú también te ves
espectacular.- Le sonreí y lo abrace. Acerque mi boca a su oído y le susurre. –No
saques el guardapelo de tu bolsillo, tampoco lo toques.- Me separé de él y
guarde el guardapelo en el bolsillo de su saco. Él asintio, doblo el brazo
izquierdo, tomo mi mano derecha y la coloco sobre su brazo, escoltandoe como
todo un caballero. Corrimos por los pasillo hasta la biblioteca, al llegar me
di cuenta que no sabía por donde habíamos pasado, solo haía mirado a Alec.
-¡¿Dónde esta Ness?!-
La voz de Jacob al igual que su olor me confundieron.
Estando de la mano
de Alec, solo pensaba en como sería nuestra vida juntos, si podríamos llegar a
ser felices, pero con Jacob aquí no sabía que hacer, ya no lo amo, ahora lo
quiero como a un familiar, no sé como explicarle mis nuevos sentimientos.
-Tranquila, yo
estare bien.- La voz de Alec fue suave y relajada.
-“Sabes lo que él
siente por mí, no sé como decirle esto sin herirlo.”
-Lo se…- Su tono
volvio a ser frío, era otra vez La Joya de La Corona, no el Alec que se
preocupa por mí.
-“Recuerda que ahora
yo te pertenesco a ti.”
Justo antes de que
abriera la puerta vi como una sonrisa se formaba en su rostro y de desvanecía
con la misma rapide con que aparecio, libero mi brazo y abrio las puertas
dejandome er a toda mi familia incluyendo a Jacob, sentados frente a Los
Líderes y Jane.
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