¡Noticias!

Después de casi un año sin publicaciones o avisos, he regresado y con nuevas (y espero buenas) noticias.
El blog no solo tendrá las historias que ya conocen, sino que ahora también encontrarán los capítulos de algunos libros, subiré nuevos capítulos de libros e historias por igual.
Espero que no hayan olvidado el blog y que pronto seamos más.
Lili Vulturi Mellark.

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8 oct 2013

Capítulo 18


-“Ness…ayudame.”

 

La voz era un susurro dentro de mi cabeza.

 

-“¿Quién eres?”

-Nosotros, quién más- Respondió Ángelica rápidamente.

-“Ayudame…me capturaron.”- La voz fue más fuerte, parecía conocida.

-¡Llevenlo a La Sala de Tronos!

 

Jane estaba cerca de la habitación al igual que un Hijo de La Luna hérido, el olor de su sangre lleno rapidamente mis pulmones, mis instintos me dominaron y abri los ojos, rapidamente me puse de pie, dejando soprendidos a Alec y Ángelica.

 

-¿A dónde vas?- Alec me tomo por lo hombros al hablar.

-Sueltame.- Sisie…el instito de comer era más fuerte que yo.

-No.- Respondió é con firmeza.

 

Use mi don en él, cuasando que me soltara y salí corriendo de la habitación hasta el lugar de donde provenía aquel exquisito olor, recorriendo los pasillos, guiada por el aroma, llegue a La Sala de Tronos, en la que rapidamente entre, sin importar quien estuviera adentro.

 

-Renesmmee.- Aro hablo sorprendido sostenía la mano del joven de delicioso sabor. –No sabía que ya estuvieras bien.- Parecía enojado.

-Vine por él.- Mi voz era aspera, parecía seductora, sedienta.

-¿Lo conoces?- La voz de Aro era sorprendida.

-“Ness…soy Jeremy.”- Otra vez la voz estaba en mi cabeza, era suave, pero no porque estuviera lejos, sino porque estab adébil.

 

Al escuchar su nombre me relaje, mi instinto de comer desaparecio, debía ayudarlo. Use mi don en Aro, haciendo que se relajara y soltara la mano de Jeremy.

 

-Pero que…- La expresión se Aro era atónita.

-Dejelo por favor.- Mi voz fue dulce, suave, era yo otra vez, no aquella hibrida sedienta.

-Lo conoces.- Fue una afirmación. -¿Desde cuando?

-Gracias a él logre escapar.- Mi voz tenía un tono de agradecimiento.

-¿Cómo lo hiciste?- Aro regreso la vista a Jeremy, y por la pregunto no pudo leer sus pensamientos.

-“No le digas nada sobre el sacrificio.”- Mi pensamiento se lo dirigí solamente a Jeremy.

-“No te preocupes, no lo haré.”- Parecía estar un poco mejor, su respiración se relajaba y la sangre parecía haber dejado de salir de él.

 

En ese momento la exquisita loción de Alec inundo el lugar, obligándome a voltear. Estaba parado bajo el umbral de aquella gran puerta, parecía preocupado, al igual que Angélica, que llego segundos después de él. Fue hasta ese momento que4 lo vi realmente, llevaba puesto un traje gris oscuro, una camisa y corbata a juego.

 

-Señor Aro, los Cullen están aquí.- Las palabras de Alec fueron rápidas.

-Llévenlo a los calabozos, limpien su sangre del piso y cierren La Sala.- Aro hablo mientras señalaba a Jeremy, luego el piso y a quienes se encargarían de lo que había ordenado. -¿Dónde están los Cullen?- Aro se dirigió solo a Alec.

-Los llevamos a la Biblioteca.- Alec volvió a su formal forma de hablar.

-¿Angélica que les dijiste sobre Renesmmee?

-Que estaba durmiendo porque ayer le hice pruebas hasta muy tarde.

-Alec, lleva a Renesmmee a su habitación, que se arregle lo más rápido posible y llévala a la Biblioteca.

-Sí Señor.

 

Alec me cargo en un rápido movimiento y corrió fuera de La Sala.

 

-“Me dijiste que vendrían en una semana.”

-Sí, una semana después de su llamada.

-“¿Cuánto tiempo dormí?”

-4 días.- Sus palabras demostraban algo de dolor. Alec me bajo cuando estuvimos afuera de mi habitación. –Arréglate…no quieres que tus padres te vean así.- Sus palabras eran tiernas y divertidas.

 

Entre a la habitación y corrí al espejo de cuerpo completo que había detrás de la puerta del baño, mi aspecto era deplorable, mi cabello estaba desordenado, tenía puesta mi pijama que dejaba ver algunos moretones en mis piernas, algunos rasguños cicatrizados se notaban en mis hombros. Abrí el armario, vi todos mis vestidos colgados, tome uno rosa pastel que llegaba por debajo de las rodillas cubriendo mis moretones, tenía finas mangas que curbían casi al mitad de mi antebrazo y un delgado cinturon negro que moldeaba el vestido perfectamente a mi cintura, tomé unos tacones negros con la plataforma y el tacon rosa pastel. Corri al baño, me cubri el cuerpo con una bata de baño y me moje el cabello, intentando peinarlo con los dedos, luego salí, con el peine acomode todo mi cabello de un lado, lo sujete con algunos pasadores y me coloque un broche rosado. Me acerque a una de mis maletas, de donde saque otra flor de verbena, abri el guardapelo de mi pulsera, saque l flor seaca y puse la nueva, busque mi alhajero y al encontrarlo saqeu de él un guardapelo cuadrado, donde había una foto mía y otra de mi familia, saque las fotos y las guarde junto con la de Jacob, y puse  otra flor de verbena en ese guardapelo.

Cuando salí, Alec estaba recargado en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho, llevaba puesto untraje distinto, completamente negro.

 

-Te ves espectacular.- Dijo con una gran sonrisa cuando me miro.

-Tú también te ves espectacular.- Le sonreí y lo abrace. Acerque mi boca a su oído y le susurre. –No saques el guardapelo de tu bolsillo, tampoco lo toques.- Me separé de él y guarde el guardapelo en el bolsillo de su saco. Él asintio, doblo el brazo izquierdo, tomo mi mano derecha y la coloco sobre su brazo, escoltandoe como todo un caballero. Corrimos por los pasillo hasta la biblioteca, al llegar me di cuenta que no sabía por donde habíamos pasado, solo haía mirado a Alec.

 

-¡¿Dónde esta Ness?!- La voz de Jacob al igual que su olor me confundieron.

Estando de la mano de Alec, solo pensaba en como sería nuestra vida juntos, si podríamos llegar a ser felices, pero con Jacob aquí no sabía que hacer, ya no lo amo, ahora lo quiero como a un familiar, no sé como explicarle mis nuevos sentimientos.

-Tranquila, yo estare bien.- La voz de Alec fue suave y relajada.

-“Sabes lo que él siente por mí, no sé como decirle esto sin herirlo.”

-Lo se…- Su tono volvio a ser frío, era otra vez La Joya de La Corona, no el Alec que se preocupa por mí.

-“Recuerda que ahora yo te pertenesco a ti.”

 

Justo antes de que abriera la puerta vi como una sonrisa se formaba en su rostro y de desvanecía con la misma rapide con que aparecio, libero mi brazo y abrio las puertas dejandome er a toda mi familia incluyendo a Jacob, sentados frente a Los Líderes y Jane.

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