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Salí del aeropuerto y antes de que pudiera iniciar a correr hacia el bosque alguien me detuvo tomándome del brazo…
-Yo sé en donde esta Alec.-Voltee y me encontré con Dídima, aún estaba enojada con ella pero necesitaba la información, odiaba esto, no me agrada tragarme mi orgullo pero lo haré una y mil veces por alguien a quien amo…
-¿Dónde está Dídima?
-Pasando el bosque casi en la frontera de Volterra hay una mansión, por fuera parece abandonada pero por dentro es un fortaleza para vampiros e híbridos, tiene una excelente seguridad, pero puedes entrar por el patio trasero, nadie lo vigila porque esta viejo y alejado del castillo, cuida que nadie se te acerque y menos que te pongan algún brazalete…
-¿Brazalete?-Eso sonaba tonto, un brazalete no daña a nadie.
-Ellos crearon un brazalete que te deja sin dones, uno de los dones que quita es el fuego control, lo crearon para mí, para que no dañara a nadie…
-Gracias.-Aun estaba enojada con ella pero la información era de utilidad.
Corrí hacia el bosque, el recorrido fue corto o al menos el tiempo lo fue, antes de que saliera por completo de él ya había visualizado la mansión, la rodee y llegue al patio trasero, salte la barda de 2 metros y caí sin hacer ruido, antes de que comenzará a correr vi una silueta acercarse, si era alguien del clan iba a ser fácil atacarlo y matarlo o podía obligarlo a que me guiara donde se encontraba Alexandra y después buscar a Alec, tome la segunda opción…pero ya era tarde, la silueta ya estaba demasiado cerca, corrí a su encuentro, antes de que pudiera atacarlo logre ver su rostro.
-Alec.-Mis palabras apenas fueron audibles pero la corta distancia entre ambos logro hacer que él e escuchará, me tomo de la cintura y me envolvió en sus brazos, en los brazos que me abrazaron por la espalda la última vez que lo vi de pie, la última vez que me dijo “te amo”.
-Mar, te extrañe.-Nuestros labios se unieron en un beso, un beso que decía más de mil palabras, en ese beso se resumía el amor y la necesidad que sentíamos por el otro, no quería parar pero había que hacerlo, aúne estábamos en los límites de la mansión y en cualquier momento podían atacarnos…
-Alec…tenemos que irnos.-Dije como pude intentando terminar el beso.
-¡Alexander!-Una voz gruesa grito un nombre para mí desconocido, o al menos desconocía la dueño…
-Corre, él le dirá a Alexandra que he escapado.-Me tomo de la mano y comenzó a correr…
-Pero Alec…-Antes de que pudiera continuar Alec calló jalando consigo, cuando lo vi pude ver en su muñeca el brazalete, Dídima no me había dicho todo, el brazalete hacía más que quitar dones…
Alce la vista y vi a 4 vampiros acercarse corriendo, antes de que pudieran reaccionar o defenderse lance 4 bolas de fuego haciendo que ellos que quemarán, subí el cuerpo de Alec en mis hombros y comencé a correr, salte la barda y corrí hasta llegar al castillo, allí pude ver a Dídima esperándome en el claro del bosque, un claro que se encontraba a 10 metros del castillo, me detuve junto a ella y baje el cuerpo de Alec.
-Quítale el brazalete.-Ella se agacho junto al cuerpo de Alec y después de unos minutos se levantó con el brazalete en las manos.
-Mar…-Alec se escuchaba desesperado y confundido.
-Tranquilo, Dídima te quito el brazalete.-Al terminar la frase me di cuenta del error que cometí, nadie más que los Cullen y yo sabíamos que ella estaba viva.
-Gracias, gracias por todo lo que has hecho, pero en especial por convencer a Creonte de salvar a Mar y también salvarme a mí, aunque eso no salió tan bien.-Finalizo la frase en un tono juguetón.
-¿Cómo sabes que yo…
-Amelia me conto…
-¿Quién es Amelia?
-Es…ella, bueno…es una…
-¡Alec Vulturi dime la verdad o te juro que en este momento todo lo nuestro se acaba!- Con una sonrisa de disculpa me conto quien era en realidad Amelia, no sabía si enojarme o estar contenta, por ella Alec está de nuevo conmigo pero ella fue la que lo separó de mi este tiempo…
1 comentario:
¡WOW! ¡Lo importante es que estan juntos! ¡primero crei que los atraparian! Veremos que hace Alexandra ahora :) ¡un saludo!
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