{…}
El tiempo paso demasiado rápido hoy cumplía un mes en la escuela, como todos los días fui a dejar a Mar a su casa y después me dirigí al castillo.
-Señor Alec, Aro, Marco y Cayo desena verlo cuanto antes.
-Gracias. –Fue lo único que me limite a decirle a Giana. Me dirigí hacia la sal de los tronos en donde estaba toda la guardia reunida, vi a Jane junto a los tronos como siempre, ya no llevaba el uniforme de la escuela.
-Que bueno que ya llegaste Alec. –Dijo Aro, muy serio.
-Necesitamos hablar sobre la humana.
-Mar. –Completo o corrigió Marco a Cayo.
-Claro. ¿De qué quieren hablar?
-La tienes que traer al castillo, necesitamos saber que tanto sabe ella de nosotros. –Dijo Cayo
-Ella desconoce todo sobre nosotros, ni siquiera tiene sospechas de lo que soy.
-Eso lo veré yo, puede que ella te lo esté ocultando. –Dijo Aro
-Aro, sabes que tu don no va a funcionar ahora con ella.
-Si va funcionar si tú te encargas de quitarle ese collar. –Dijo Cayo un poco alterado.
-Eso será casi imposible, es como si el collar y Mar estuvieran pegados, desde que lo uso el primer día no la he visto sin él.
-Alec, Alec, Alec. ¡Eres un vampiro puedes quitarle el collar cuando ella duerma! –Grito Cayo, Aro hizo un leve gesto con la mano y Cayo se relajó un poco.
-Ella sabría que fui yo.
-No me importa, tu solo tráela mañana, con el pretexto de presentarle a tu familia. –Dijo Cayo con la voz un poco más calmada, peor aún enojado.
-Al ver a tanta gente en un solo lugar se va alterar.
-Lo sabemos, por eso no al vas a traer al castillo, la llevaras a una casa que acabamos de comprar, en ella solo estaremos nosotros, -dijo Aro mientras señalaba a sus hermanos con un ligero gesto de manos.- Jane, Jessica y tú.
-Está bien…-Me rendí al fin.- Solo díganme en donde está la casa para que yo la lleve.
-Esta es la dirección. –Dijo Jane mientras me entregaba un papel. Salí de la sala de tronos y me dirigí a mi habitación. Tome el celular que me compre para estar siempre en contacto con Mar y la llame.
--Llamada telefónica --
-Hola princesa
-Hola Alec.
-¿Quieres conocer a mi familia?
-Sí, me encantaría.
-Entonces mañana paso por ti como a las 12 y media.
-Sí.
-Adiós, hasta mañana.
-Espera.
-Dime
-¿Vendrás hoy a mi habitación?
-Sí, estoy allá en media hora.
-Bien.
--Fin de la llamada--
Salí de mi habitación y me dirigí hacia la salida cuando alguien me llamo.
-Alec. Al voltear vi a Marco extendiendo la mano con una carta en ella.- Dásela a Mar y dile que la lea en cuanto la tenga en las manos.
-Claro.
Tome la carta e inicie a correr hacia casa de Mar, subí el árbol y entre pro su ventana que estaba abierta como todas las noches, la encontré acostada en su cama leyendo un libro, creo que era el que nos había dejado leer el profesor de literatura.
-Hola princesa. –Mar volteo, me dedico una amplia sonrisa y después dejo el libro en su mesita junto a su collar (el que le quitaría).
-Hola, ven. –Dijo mientras le daba unos leves golpes a la colcha. Me fui a sentar junto a ella y antes de que le dijera cualquier cosa le di la carta.- Te la manda… -Mar me interrumpió.
-Marco, gracias. –Tomo la carta y vio el sobre, después de leer algo que tenía escrito se levantó.- En un momento vuelvo. –Dijo y salió del cuarto.
{…}
No me gustaba guardarle secretos a Alec peor Marco me pidió en el sobre de la carta que la leyera lejos de él.
Me metí al baño y abrí el sobre.
Querida Mar:
Tal vez ya estés harta de que me la pase mandándote cartas peor es realmente importante que hagas lo que te pido en esta carta.
Mañana cuando vengas a visitar a la familia de Alec y por consiguiente a mí, quisiera que la pulsera que te di te la pusieras en el tobillo y no en la muñeca, ya que no sería bueno que alguien la viera.
Otra cosa más, mañana cuando despiertes no va estar tu collar, pero no te preocupes en la noche de mañana va volver a aparecer y otra vez cuando despiertes el collar ya va estar en el mismo lugar.
Con cariño, Marco Vulturi.
Apenas termine de leer la carta me puse la pulsera en el tobillo, queme la carta con un pequeño encendedor que tenía en el baño y tire los restos en el bote. Después regrese a mi cuarto y vi a Alec sentado en mi cama mirándome con un signo de interrogación en la cara.
-¿Qué?
-¿Porque te fuiste así?
-Es que…mmm…
-Bien, no me puedes decir te entiendo.
Alec y yo nos acostamos en la cama, yo dentro de la colcha y el afuera, a los pocos minutos me quede profundamente dormida.
{…}
Cuando el ritmo de la respiración y el corazón de Mar estaban totalmente relajados supe que estaba dormida, me levante lentamente y tome el collar, después le di un beso en la frente y salid e su habitación hacia le castillo….
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Aquí acaba el maratón, espero que les allá gustado. No prometo nada, peor intentare hacer toro maratón el próximo fin de semana.
1 comentario:
ok, si he esperado antes puedo esperar ahora....
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